Habilidades blandas para el desarrollo integral de las personas

Milagros Arely Arevalo QuispeEspíritu, Para Docentes

¿Qué son las habilidades blandas? ¿Para qué nos sirven? ¿Por qué tenemos que trabajarlas?

¿Les ha pasado que, en los últimos años, han escuchado sobre las habilidades blandas? A veces me sucedía y no entendía cuál era la importancia de trabajarlas y tampoco entendía porque tanto afán con ellas.

“Las habilidades blandas son características de una persona que le permiten interactuar con otras de manera efectiva.” Bueno, ahora queda un poco más claro qué son las habilidades blandas.

Pero aún quedaba la pregunta ¿Por qué es importante que las personas las trabajen desde pequeñas? Y he podido encontrar una respuesta, de muchas que deben haber. Si las habilidades blandas nos permiten comunicarnos y relacionarnos mejor con los demás, es necesario que las trabajemos desde pequeños para que más adelante no tengamos temor de expresar nuestras ideas, de decir lo que sentimos o simplemente, de preguntarle a alguien por la dirección de algún lugar.

Nos hemos acostumbrado a que en los colegios se priorice la enseñanza de las habilidades duras o científicas, algo que a pesar de que no tiene nada de malo, ahora más que antes, nos damos cuenta de que debe ser un punto en la lista de prioridades, más no la única. Si queremos darle una vuelta a la educación y formar de manera integrales a estos seres humanos, es importante que en el aula también trabajemos en el desarrollo de sus habilidades blandas.

El desarrollo y enriquecimiento de las habilidades blandas en los jóvenes dentro del aula tiene una gran influencia del profesor, de su propio autoconocimiento y de la actitud con la cual él o ella las transmitan a sus estudiantes. Para poder guiar a alguien en el trabajo de sus habilidades blandas, es necesario que la persona que guía primero las conozca, las reconozca en sí mismo y, en la medida de lo posible, las practique en su día a día.

Sólo a partir de la experiencia propia es que un docente logrará compartir sus conocimientos en este ámbito. Por ello, es indispensable fomentar un trabajo personal en las y los docentes y promover espacios de formación que les permitan seguir aprendiendo, sobre sí mismos y sobre la labor de guiar a la juventud en este reto actual.

La calidad de la educación, entre muchos otros factores, parte también por el mismo docente. El núcleo de su participación y guía es su salud emocional, que logre desarrollar sus capacidades personales, que encuentre valor en ellas y que las mismas también sean valoradas por sus pares. Es así que encontramos la relación de la labor docente con su calidad de vida cotidiana. Ellos no pueden trabajar de manera óptima si están estresados; la calidad de la educación está muy relacionada con la calidad de vida de las y los docentes.

Es necesario trabajar en medidas concretas que impulsen el mejoramiento en la calidad de vida de nuestros docentes y que promuevan un reconocimiento de su valiosa labor. Sin la mirada sobre el profesor en estos aspectos, nuestro objetivo de educar a los niños en habilidades blandas se dificulta.

Y en éste proceso, hay organizaciones que justamente se han trazado el objetivo de apoyar la transformación de la educación. Entre estas organizaciones, Visionaria Perú también quiere aportar con sus esfuerzos, trabajando en impulsar el desarrollo de las habilidades blandas tanto en docentes y estudiantes. Para este año 2019, nos encontramos apoyando a diferentes instituciones educativas de la Región de Cusco, a través del Programa de Visionaria para Instituciones Educativas – VpIE.

Entonces, ¿Consideran necesario trabajar las habilidades blandas en el aula? Teniendo en cuenta la importancia de éstas para el desarrollo del estudiante y del docente, puedo afirmar que sí y es necesario empezar a desarrollarlas y  formar alianzas con instituciones que nos ayuden en este proceso.

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Habilidades Blandas N° 1 Enero 2015 HB