KPI: Key Performance Indicator, siglas en inglés para los “indicadores clave de rendimiento”
Si por mí fuera, le apostaría todo a la Educación, más aún en estos tiempos en donde somos testigos de carencias evidentes en cuanto a cultura y conocimientos. Información la tenemos y en demasía, pero muchos de nuestros niños y jóvenes no saben qué hacer con ella, no comprenden, no analizan y menos emiten una opinión. En consecuencia, si a los sucesivos gobiernos no les interesa romper paradigmas y hacer cambios drásticos en las políticas educativas, pues estamos condenados a que muchos de nuestros estudiantes de educación básica regular y jóvenes universitarios desconozcan términos como Justicia, derechos y deberes, inflación, PBI, terrorismo, subversión, política, etc.
El aporte de la empresa privada, a través de sus programas de responsabilidad social, es la clave para dar el empujón que necesita el sector educativo. Muchas empresas cuentan con proyectos fantásticos que complementan al sector educativo, ya sea en capacitación a docentes, complementación educativa, programas de apoyo a sectores educativos vulnerables y programas educativos en zonas rurales, que en algunos casos marcan la pauta de la esperanza de una igualdad y equidad educativa entre la zona urbana y rural.
Muchos estudiosos indican que la educación es una inversión y concuerdo con que, efectivamente, lo es para las personas y fundamentalmente para el país. Un pueblo culto y educado no tendrá índices de corrupción tan fuertes, los conflictos sociales podrán ser más susceptibles al diálogo que a la violencia y finalmente, los sectores vulnerables tendrán mayor oportunidad de crecimiento o desarrollo teniendo acceso a una educación de calidad.
La infraestructura es importante pero no determinante, el gobierno de turno debe tener claro que existe un presupuesto y partida exclusivos e intangibles destinados para tal área. Pero es en el recurso o capital humano en el que se debe aumentar la inversión: capacitación de alto nivel a los docentes y acceso a metodologías efectivas de enseñanza-aprendizaje para los estudiantes.
Garantizar una educación adecuada para un niño de una comunidad es garantizar un alentador proyecto de vida, incrementar sus oportunidades, retorno de valor hacia los suyos y en líneas generales desarrollo para el país.
Si actualmente en las diversas publicaciones y estadísticas de empresas reclutadoras de talento humano, o en inglés head hunters, se dice que existe un déficit de talento para puestos estratégicos, tal vez esos talentos o futuros talentos estén entre los niños y jóvenes de las zonas de pobreza o extrema pobreza en donde la educación es la única herramienta para salir de ella.
Se dice también que todo es medible y si nos remitimos a los fríos resultados -en indicadores de temas educativos, tanto del PENUD como el MINEDU, entre otros, entenderemos que es urgente contar con un plan articulado de mejora de la educación en nuestro país.
Abogado y Máster en Administración, amplia experiencia en gestión social y relaciones comunitarias. Docente Universitario. Actualmente Gerente de Asesoría Jurídica en organismo técnico.